Comenzamos todo este proceso sabiendo que nos cambiaría la vida, pero no pensabamos que tanto.
Llegaste antes de tiempo poniendo nuestro mundo patas arriba. No podíamos hacernos a la idea que, aquello por lo que habíamos luchado y caminado tanto, llegaba a nuestras vidas.
Días previos de incertidumbre y miedo por si estabas bien dentro de mí, no comías lo suficiente y podíamos perderte. Solo pensar por un instante en esa idea nos mataba. No podíamos perderte, ahora que te teníamos tan cerca.
Llegaste el día 15, por cesárea, así que la manera de entrar en este mundo fue un poco fortuita. Tan pequeñita, aparentemente tan indefensa, pero a la vez tan fuerte y agarrándote a la vida cómo hiciste desde el primer momento.
Te miro y recuerdo el instante de la implantación. Es alucinante como de un par de células crece un ser tan maravilloso como tú.
Te miro, tan pequeñita, y sé que eres lo mejor que nos ha pasado en la vida.
Te miro, tan indefensa, y sé que lucharemos por darte la seguridad que necesitas.
Te miro, con tantas ganas de vivir, y sé que haremos todo lo posible porque disfrutes de la vida cómo te mereces.
Todavía no podemos disfrutar de ti cómo nos gustaría. Venir tan pronto a este mundo no te ha dado la energía suficiente para enfrentarte a él. Y la necesitarás, porque lo que te espera ahí afuera es toda una aventura con sus alegrías y sus penas, con sus caminos llanos y sus caminos empedrados. Pero tranquila, si caes, aquí estaremos para ayudarte a levantarte, las veces que haga falta.
En estos pocos días de vida que tienes nos estás demostrando a todos tu fortaleza, tan pequeña, aparentemente tan indefensa, pero con una fuerza y ganas de vivir que ya querrían muchos adultos tener.
Mi vida, sigue caminando pasito a pasito como estás haciendo para salir de este primer obstáculo que te ha puesto la vida.
Camina, pasito a pasito, creando nuestros recuerdos más maravillosos del mundo.
Pasito a pasito irás creando tu vida, no corras no hay prisa, seguiremos tu ritmo.
Antes de terminar decirte dos cosas:
Perdona por nuestros tropiezos, que tendremos unos cuantos, contigo aprenderemos cada día.
Gracias, millones de gracias por venir a alegrarnos e iluminar nuestras vidas.
Sin lugar a dudas eres el mejor de los regalos, eres lo mejor que nos ha podido pasar en la vida.
Bienvenida a esta gran aventura que es tu vida.